jueves, 7 de abril de 2011

Otra lección lejos del pizarrón, un miércoles 4 de abril...*

                                                                   Lucas Quinto


El 4 de abril pasado se cumplieron 4 años del asesinato de Carlos Fuentealba, docente de Arroyito, Neuquén.
Ese día de 2007,  él y sus compañeros, tras un mes de paro, decidieron hacer más fuerte la protesta y cortaron la ruta 22 exigiendo recomposición salarial y pase a planta de los trabajadores de planes sociales.
La policia del entonces gobernador Sobisch se cargó una vez más su traje de verdugo y respondió con una brutal represión.
Con broca, con indignación y seguramente también con miedo,los docentes corrieron para que no los alcancen los gases  y las balas. También lo hacia Carlos, hasta que un proyectil de gas lacrimógeno impactó en su cabeza.
Murió a las pocas horas dejando una lección que no olvidaremos nunca.

A 4 años seguimos exigiendo juicio a los culpables.

Para recordarlo a la manera de El Altillo les dejamos una canción  que forma parte de uno de los tantos cd's homenaje a Carlos Fuentealba.



Fuentealba, Fuenteovejuna- Rafael Amor
Fuentealba,
Fuenteovejuna,
ante la impunidad
Todos a una.
Con la muerte en la nuca cayó el maestro,
armado hasta los dientes de abecedario,
de razones de pobre siempre olvidado,
armado de esperanzas para ir luchando.
Con su filo de escarcha y por la espalda,
un puñal traicionero de sombra helada,
paralizó el latido de Fuentealba.
Con nombres y apellidos la muerte mata.
Por las calles que el pueblo vuelve más anchas,
corre a mares la sangre de los que
marchan,
pero crecen las voces dura y airadas
y avanzan a pie firme por el mañana
con Teresa Rodríguez y Fuentealba.

*Fragmento de "Permiso para hablar", canción de Fernando “Rahe” Israilevich,

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